sábado, 31 de octubre de 2009

Los ciegos, el elefante y la unidad de acción de las entidades asociativas autocaravanistas





  (Fábula Indostánica)"Parábola de los Seis Sabios Ciegos y el Elefante".
Atribuida a Rumi, sufí persa del s. XIII.



Cuentan que seis ciegos un día
decidieron estudiar completamente al elefante,
animal que nunca vieron.
Mas si ver no podían, es claro, juzgar sí, pensaron y dijeron.

El primero se acercó al elefante, que en pie se hallaba;
Tocó su flanco alto y duro; palpó bien y declaró:
¡Ya lo tengo! El elefante ¡es igual que una pared!

El segundo, de un colmillo tocó la punta aguzada,
y sin más dijo: ¡Está clarísimo!, mi opinión está tomada:
Bien veo que el elefante ¡es lo mismo que una espada!.

Toca la trompa el tercero, y, en seguida, de esta suerte
habla a los otros muy fuerte: es largo, redondo, repelente...
¡El elefante, señores, es una enorme serpiente!.

El cuarto, osado y animoso, por una pata trepa;
¡oh, qué tronco más gordo! - exclama.
Y luego dice a los otros: Amigos, ¡esto es un árbol añoso!.

El quinto toca una oreja y proclama: ¡Amigos, colegas míos,
equivocados estáis completamente!
yo os digo que ¡el elefante es –obviamente- un raro y extraño abanico!.

El sexto, al fin, coge el rabo, se agarra bien, trepa...:
¡Vamos, vamos, compañeros; ninguno en su juicio acierta!.
El elefante es..., ¡tocadlo!, una soga... Sí, ¡una cuerda!.

Los ciegos del Indostán disputan y se querellan;
cada uno seguro de haber hecho bien su prueba...
¡Todos con una pizca de razón..., y todos yerran!


¿Se puede aplicar la parábola de Rumi a las grandes cuestiones universales? ¿Es posible que tanto un creyente como un ateo acierten y se equivoquen en sus planteamientos, y que ambos ofrezcan diferentes puntos de vista de la misma Verdad? Es difícil pensar en esta opción, porque ninguno de los sabios postuló la no existencia del elefante, pero desde luego resulta una estimulante invitación a no ceñirse a un único punto de vista. Tal vez si lográramos unir la visión de todos los hombres que fueron, son y serán a lo largo de la Humanidad nos encontraríamos de cara a esa Verdad. Desde luego, no puedo dejar de sorprenderme cuando encuentro a personas plenamente convencidas de que están en posesión de esa Verdad.

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