En la CIAC están orgullosos de su labor y publican en la opacidad de su foro las labores que hacen en el mundo mundial. Se autoproclaman como una organización modélica y presumen de haber inventado la lámpara de carburo.
Ahora están trabajando en la Comunidad Valenciana en un alarde de recursos a través de uno de los delegados que al parecer tienen en cada rincón de nuestra piel de toro.
Tienen en marcha dos intervenciones, la primera de ellas unas alegaciones presentadas con la celeridad que les caracteriza, cuando el que interviene solo debe cruzar la acera para realizarla, contra la ordenanza de Valencia que prohíbe pernoctar en una autocaravana estacionada y otra intervención, que Dios no pille confesados, ante la Federación Valenciana de Municipios.
El problema es que no es suficiente un PC y una dirección sino que además es necesario disponer de unos conocimientos, una cierta habilidad para el análisis y exposición argumentada de las reivindicaciones y una disposición para ponerse el mono de trabajo.
Como todo eso falla y no les parece adecuado utilizar los escritos que facilita este servidor que solo hace copy/pega, según la guardiana del baluarte donde se han encerrado todos los defensores, pues se han ido a pescar… y han pescado un escrito que redacté hace tiempo y lo tengo colgado en el servidor de volumen que pago con mi bolsillo. Por supuesto lo presentan como algo propio.
Y lo malo no es eso, sino que es completamente inadecuado para presentar una queja contra la susodicha Ordenanza porque no argumenta para nada el articulado de la misma.
Escribo esto con una sensación extraña y contradictoria, por un lado no es posible sustraerse de la comicidad que exhiben unos personajes enquistados y a la defensiva liderados por alguien que es capaz de mentir reiteradamente sin inmutarse cuando es pillado una y otra vez en renuncios y la tristeza de un grupo que contribuye a crear la división entre el colectivo.
Arsenio Gutiérrez
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