El volumen de inversión hotelera en España cayó un 53% en 2009 con respecto al año anterior, con 16 operaciones que suman más de 350 millones de euros, el 12% del total europeo.
Según un informe hecho público por Jones Lang LaSalle Hotels, en el conjunto de la región EMEA (Europa, Oriente Medio y África), la inversión hotelera alcanzó los 2.900 millones de euros en todo el año, cifra que no se repetía desde finales de la década de los 90.
El mercado inversor español fue el cuarto de la región EMEA. Por delante de España se situó Francia, que desbancó a Reino Unido del primer puesto del ranking para relegarlo al segundo, y Alemania. La demanda más fuerte se ha centrado en las principales ciudades europeas, incluyendo Madrid y Barcelona, según publica invertia.com.
Por tipología de operaciones, las de activos individuales fueron las que dominaron el mercado, con el 72% del total. Esto provocó un descenso de las transacciones de cartera del 80% con respecto al año anterior debido entre otros factores a la falta de financiación, según destaca el informe.
La directora de inversión de la firma para España y Portugal, Aurora Prat i Pubill, señala que esta tendencia no cambiará a corto y medio plazo, ya que en la actual coyuntura del mercado las operaciones de carteras requieren un gran volumen de recursos propios.
Prat subraya el hecho de que en el 81% de las operaciones de activos individuales el precio fue inferior a 50 millones. Analizando la fuente de inversión, en EMEA el capital doméstico sigue siendo el dominante con un 58% del volumen invertido en activos hoteleros en 2009. En España, el 66% del volumen invertido se realizó entre comprador y vendedor españoles.
El volumen de inversión puede dar un giro en 2010 aumentando un 40% respecto a 2009, gracias a la previsible mejora de la situación económica, al incremento de la confianza de los inversores y a un mayor stock disponible en el mercado, según los datos de Jones Lang LaSalle Hotels.
No obstante, "seguirá siendo complicado, sobre todo en la primera parte del año". Al respecto, Prat i Pubill señaló que se espera que el número de activos con dificultades ('distress') se incremente ligeramente el próximo año. Para la firma, "la mayoría de los activos con dificultades corresponderán a adjudicaciones por parte de entidades financieras, que se espera que los pongan en el mercado".
De esta forma, las transacciones este año estarán lideradas por dos grandes grupos de inversores, los oportunistas y los conservadores. Los primeros se centrarán principalmente en España, Reino Unido e Irlanda, mientras que los segundos, en su mayoría inversores institucionales, buscarán activos en ingresos "sólidos y que ofrezcan garantías".
Los compradores se mantendrán "prudentes" y "con cierta aversión al riesgo". Además, continuarán buscando activos en buenas ubicaciones a precios atractivos, que les permitan aprovecharse de una apreciación en el futuro. "Esperamos que el abanico de inversores se amplíe en 2010, atraídos por la estabilización del mercado operativo y una mayor liquidez. Estamos percibiendo en España un fuerte interés por parte de los family office, inversores asiáticos y fondos institucionales", apunta.
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