Aparcar casi a pie de playa, en las zonas limítrofes con la arena, va a ser una tarea complicada este próximo verano. Así lo ha apuntado el Ayuntamiento torroxeño, a raíz de una comunicación oficial de Costas y en respuesta a una queja empresarial y de colectivos ciudadanos por las molestias que les causan las autocaravanas que se aproximan en estas fechas a las zonas más próximas al mar.
Tanto la alcaldesa, Toñi Claros (IU), como el concejal de Turismo y Playas, José Pérez (PSA), recibían hace unas semanas la queja formal de la Asociación de Empresarios y Comerciantes de Torrox (Asecot), «bastante preocupada por la dejadez de las distintas administraciones al aplicar las normativas existentes contra las acampadas en áreas no autorizadas». Se indicaba que durante el último mes se habían multiplicado las acampadas de turistas que viajan en autocaravanas. Lo que no cabía en ninguna de las quinielas, ni por parte de la administración local, ni en el seno del empresariado, era que Costas negase la opción de aparcar o acceder a cualquier punto de los nueve kilómetros de litoral del municipio.
Claros y algunos de los responsables del equipo de gobierno pretenden en los próximos días negociar la nueva situación con la administración supramunicipal y encargada de la conservación de la costa española. «Se planteará una medida alternativa que preserve el interés general», señalaron los propios representantes públicos. Además, consideran que negar el acceso a cualquier persona puede suponer un agravio injustificado, al entrar en el cupo general quienes tengan dificultades para desplazarse –discapacitados–, o en otros casos, al tratarse de «familias con niños o personas mayores».
Desde luego, semejante abuso como el que se ve en la imagen de la crónica, es lo que nos hace estar en la picota continuamente. Posiblemente un día se dejó pasar, se hizo la vista gorda y cuando ya se toma como una costumbre, nos llegará a pasar como en Santander, que todos queremos estar en primera línea de playa. Entendemos las medidas tomadas por el Ayuntamiento y esperamos que sirvan para que no se sigan repitiendo estos abusos... cuando el resto del colectivo lucha por una simple plaza de aparcamiento, otros se empeñan en lavarse los pies en el mismo escalón de la autocaravana. Lamentable.
ResponderEliminarNo olvidemos que tenemos un decálogo que cumplir:
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