
Buscan el buen tiempo, pero no la playa. Son los extranjeros comunitarios que, desde aproximadamente el mes de noviembre -y en mayor medida a partir de ahora- mantienen llenos, casi al completo, casi todos los campings de la provincia de Alicante, 34 en total, lo que supone alrededor de 20.000 plazas de alojamiento en parcelas durante el invierno.
Uno de los establecimientos donde se da esta situación es en el Camping Internacional de La Marina, que ofrece 800 plazas en invierno y roza el lleno en reserva de parcelas hasta Semana Santa, según indica uno de sus responsables y presidente de la Asociación de Empresarios de Campings de Alicante, William Le Metayer.
En la práctica totalidad de los casos, según indica, se trata de ciudadanos europeos que han acudido a pasar todo el invierno atraídos por las suaves temperaturas que se dan en esta época en la provincia -con contadas excepciones como la de estos días- en comparación con las de sus países de origen. Vienen para largas estancias, entre noviembre y marzo, y suelen repetir cada año, de manera que llegan a conocer a sus vecinos y conforman un pequeño pueblo en el interior de los propios campings, donde encuentran multitud de servicios, dependiendo de la categoría, y multitud de actividades de ocio.
En el caso del Camping Internacional de La Marina, éstas van desde el aeróbic hasta clases de español pasando por "aquagym" en su piscina climatizada. Los usuarios del establecimiento en estas temporadas son "alemanes, holandeses e ingleses, por ese orden", indica Le Metayer.
El profesional explica que el hecho de tener una demanda de clientes todo el año ayuda a los campings a consolidar sus plantillas, lo que repercute en un mejor servicio. Además, indica que se dan dos tipos de perfiles diferentes en los usuarios. El mayoritario en estas fechas es el de un segmento de gente de edad de "poco más de 50 años que se ha jubilado en algún país europeo y ha decidido pasar el invierno con nosotros". Frente a esto, el porcentaje de personas nacionales apenas llega a un 3% del total y se trata de visitantes que van de paso, generalmente hacia Andalucía, según indica.
En el caso de los ciudadanos extranjeros, que vienen a pasar el invierno, buscan la comodidad que pueden encontrar en un camping de este tipo y generalmente pasar el invierno "en un camping de gran confort", señala. Así, generalmente se alojan en su caravana o autocaravana en la que suelen invertir sumas que van desde los 20.000 euros en el caso de las primeras a los 60.000 en el caso de la segunda opción. Frente a ello, en el caso de corta estancia, como fines de semana, hay una fuerte demanda de bungalows, aunque ha descendido por la crisis.
El responsable indica que lo menos común es acudir con la tienda de campaña, lo que se da únicamente en casos de jóvenes que se introducen en el sector a través de las tiendas en los meses de julio y agosto o durante los fines de semana, pero que, si les atrae, acaban por adoptar otras formas.
El consumo dentro del recinto cae un 25%
El sector de los campings también ha notado la crisis, pese a rozar el completo en la mayoría de los casos, ya que se ha apreciado un descenso en el gasto vacacional, según indica el presidente de la Asociación de Empresarios de Campings de Alicante.
Ello "se nota en los servicios complementarios de producción", como pueden ser el bar o restaurante, el supermercado y el gimnasio, según indica William Le Metayer. En total, este descenso del consumo puede haber llegado a mermar el 25% de la facturación desde aproximadamente la pasada Semana Santa, cuando comenzó a notarse esta tendencia, según indica el profesional.
No obstante, "no hay que dramatizar, ya que esta tendencia está ocurriendo en todos los sectores", expresó Le Metayer. Así, las empresas suelen afrontarlo bajando las aportaciones al producto y, "si tenemos que hacer acopio de algo, pedimos menos existencias", explicó el responsable del Camping Internacional de La Marina.
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