miércoles, 10 de marzo de 2010

Porca miseria

En «La guerra de los Rose», Danny DeVito en el papel de abogado matrimonialista, tras contar a un cliente la historia de una pareja que terminó matándose de odio por querer compartir una mansión, le recomendaba que lo que le convenía era hacer las paces con su mujer antes de llegar a los amargos territorios del divorcio a cara de perro. 

Mi doctora, cuando hizo la lista de nuestra boda, incluyó un filoso cuchillo de grandes dimensiones. El vendedor saleroso y muy optimista le preguntó: «¿Esto es para el divorcio, no?» Un amigo pintor nos regaló dos cuadros para no discutir cuando llegara la hora.

Desciende el número de divorcios por la crisis inmobiliaria y las parejas en vías de divorciarse llegan a tener zonas acotadas. También debe tener su morbo encontrarte a la salida de la ducha con tu ex. 

Los pisos de divorciados se han derrumbado en la Red hasta extremos inverosímiles, y las parejas de obligado imprimen mensajes en internet de desesperación... El proteccionismo de los jueces de familia impone el pago de la mitad o del total de la hipoteca, más una pensión a los hijos, si los hubiera, o el simple desalojo del varón de la casa conyugal.

En las afueras de Madrid hay una parcela con un amplio parque de caravanas que no es precisamente un camping. Pregunté: «Somos una asociación de divorciados. Con lo poco que nos queda alquilamos este solar, compramos y/o alquilamos autocaravanas y aquí vivimos como zíngaros o inmigrantes». Es la otra cara de la burbuja inmobiliaria, que oferta domicilios a precio de ganga

Cuando llegue lo mío, ¿qué haremos con Blondy, nuestra perra?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Advertencia:

Este sitio es un blog privado no un foro público. El Pulpo Justiciero no se responsabiliza ni comparte necesariamente las ideas o manifestaciones depositadas en las opiniones por sus lectores. La discrepancia y la disparidad de puntos de vista serán siempre bienvenidos mientras no ataquen, amenacen o insulten a una persona, empresa, institución o colectivo, revelen información privada de los mismos, incluyan publicidad comercial o autopromoción y contengan obscenidades u otros contenidos de mal gusto.


El Pulpo Justiciero se reserva el derecho a decidir las noticias que admiten comentarios de los lectores y si estos son publicados por su contenido. No se publicaran los comentarios que no vayan firmados o que el administrador del blog no identifique correctamente al autor.