Son sinónimo de libertad y turismo alternativo. Las caravanas y autocaravanas representan otra forma viajar. El sector del caravaning ha crecido en España por encima de la media europea en los últimos años.
España había sido hasta ahora uno de los países más beneficiados por la moda del caravaning en Europa. Hace décadas que alemanes, franceses, holandeses o británicos aprovechan las enormes ventajas de este modelo de turismo itinerante, que ofrece el más amplio abanico de posibilidades: desde comenzar un viaje sin necesidad de reservar alojamiento previamente, hasta ir adaptándose a las eventualidades que puedan surgir a medida que se avanza por la carretera.
El Gremio de Comerciantes de Caravaning de Catalunya (Gremcar) calcula que más de 200.000 caravanas y autocaravanas cruzan cada año nuestras fronteras desde muy diversos rincones de Europa en busca del mítico sol español, lo que supone en la práctica la llegada de cerca de medio millón de turistas –en el 75% de los casos, una autocaravana es ocupada por una pareja–. Este flujo resulta vital para la economía española, que en 2007 ingresó más de 280 millones de euros procedentes de este tipo de viajeros alternativos. La crisis ha frenado ligeramente el auge del caravaning, pero el sector se ha convertido ya en un pieza fundamental para la industria turística.
La actividad del caravaning apenas estaba regulada en España hasta hace pocos años, a diferencia de lo que sucedía en otros países de Europa, donde los viajes en caravana han estado siempre muy arraigados. Reino Unido, Alemania y Francia son los mayores mercados para el sector. Juntos acaparan el 60% de la ventas anuales de caravanas y autocaravanas, según los últimos datos facilitados por la European Caravan Federation (ECF). España sólo concentra el 4% de la ventas anuales.
Nuevas áreas de servicio
Gremcar asegura que, a pesar de todo, el parque español de caravanas y autocaravanas se acerca ya a las 145.000 unidades. Muchos empresarios y políticos se están dando cuenta de que el sector gana peso y, por ejemplo, muchos municipios empiezan a prestar especial atención al caravaning. En los últimos 5 años se han creado numerosas áreas de servicio especializadas que ofrecen a los autocaravanistas un lugar donde eliminar correctamente los residuos. Se ha superado así por vez primera la barrera del centenar de áreas de estas características repartidas por todo el país, aunque todavía es un número irrisorio si se compara con las más de 6.000 que hay en Francia.
La ECF encargó en 2007 un informe sobre el impacto del caravaning en la economía europea, el primero que se elaboraba a gran escala. Los resultados fueron sorprendentes: el sector mueve unos 27.000 millones de euros anuales, cifra que incluye el volumen de negocio de los cámpings y las ventas de caravanas y autocaravanas.
El Gremio de Comerciantes de Caravaning de Catalunya (Gremcar) calcula que más de 200.000 caravanas y autocaravanas cruzan cada año nuestras fronteras desde muy diversos rincones de Europa en busca del mítico sol español, lo que supone en la práctica la llegada de cerca de medio millón de turistas –en el 75% de los casos, una autocaravana es ocupada por una pareja–. Este flujo resulta vital para la economía española, que en 2007 ingresó más de 280 millones de euros procedentes de este tipo de viajeros alternativos. La crisis ha frenado ligeramente el auge del caravaning, pero el sector se ha convertido ya en un pieza fundamental para la industria turística.
La actividad del caravaning apenas estaba regulada en España hasta hace pocos años, a diferencia de lo que sucedía en otros países de Europa, donde los viajes en caravana han estado siempre muy arraigados. Reino Unido, Alemania y Francia son los mayores mercados para el sector. Juntos acaparan el 60% de la ventas anuales de caravanas y autocaravanas, según los últimos datos facilitados por la European Caravan Federation (ECF). España sólo concentra el 4% de la ventas anuales.
Nuevas áreas de servicio
Gremcar asegura que, a pesar de todo, el parque español de caravanas y autocaravanas se acerca ya a las 145.000 unidades. Muchos empresarios y políticos se están dando cuenta de que el sector gana peso y, por ejemplo, muchos municipios empiezan a prestar especial atención al caravaning. En los últimos 5 años se han creado numerosas áreas de servicio especializadas que ofrecen a los autocaravanistas un lugar donde eliminar correctamente los residuos. Se ha superado así por vez primera la barrera del centenar de áreas de estas características repartidas por todo el país, aunque todavía es un número irrisorio si se compara con las más de 6.000 que hay en Francia.
La ECF encargó en 2007 un informe sobre el impacto del caravaning en la economía europea, el primero que se elaboraba a gran escala. Los resultados fueron sorprendentes: el sector mueve unos 27.000 millones de euros anuales, cifra que incluye el volumen de negocio de los cámpings y las ventas de caravanas y autocaravanas.
Fuente: Lo Mejor del Mundo
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