Me alegra comprobar que sólo cuando salen denuncias en los medios de comunicación es cuando nuestros dirigentes se ponen las pilas y hacen su trabajo.Caso1: El asentamiento situado junto al apeadero de RENFE en la Isla de la Cartuja , justo al lado del charco de la Pava. Es vergonzoso que para ir al mercadillo s tengan que ver restos de vehículos desguazados, excrementos humanos, colchones en el suelo, etcétera.
No comprendo cómo el Ayuntamiento no los desaloja, porque aunque se escudan en los derechos humanos, también hay que tener un mínimo de civismo y educación.
Caso2: Junto a la Avda. Carlos III, al lado de las dependencias de la Policia Local , hay un aparcamiento que normalmente es usado por el personal del Ayuntamiento de Sevilla. Me llama la atención que hay multitud de autocaravanas estacionadas permanentemente, sin abonar cantidad alguna y sin que nadie diga nada. Es muy extraño, ya que este tipo de vehículos debe estacionarse en lugares habilitados para ello. Estoy seguro de que si yo fuera con una caravana para estacionarla me denunciaría la Policía Local.
Caso3: Es lamentable el estado de la calle Termodinámica, en el barrio de San Jerónimo. Parece más una torta de aceite que un asfalto. Esto se ha enunciado a Reír hace varias semanas y aún continúa en ese estado. Faltan tapas de arqueta y sólo unos tubos de cartón avisan del enorme peligro. Llevameses en ese estado.
Caso 4: El estado de la acera por la que tenemos que pasar diariamente para llevar a nuestros hijos al colegio María Zambrano en Pino Montano. Es lamentable la falta de civismo que tienen los dueños de muchos animales y la desidia que hay en nuestro país a la hora de aplicar las normas que obligan a los propietarios de animales de compañía.
Caso5: En una de las entradas al parque del Alamillo, cada fin de semana es una odisea entrar por esta puerta, la han inutilizado en parte. Es muy difícil entrar y salir a la vez con carritos y bicicletas. El director del parque tiene conocimiento de esta incidencia pero aún no han hecho nada para solucionarlo.
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