El acto que se celebró con la presencia de muchos implicados asomados a la pequeña ventana de la comunicación virtual, finalizó (de momento) con esta lapidaria frase, orgullo y divisa del solar patrio en cuya defensa se alzaron presurosas las huestes arengadas por tan aguerrido portavoz.
Enumeró en un lapidario programa de diez puntos, que nadie se atrevió a rebatir, los motivos de la llamada a las armas en defensa de tan insignes representantes de nuestras virtudes, por supuesto ninguno de los jerarcas salió a la palestra, por si acaso, delegando en tal portavoz la ardua misión de defender el territorio invadido sin ni tan siquiera avisar, lo cual ya dice mucho de la cruel y vil catadura de dichos desaprensivos.
La invasión se produjo a traición sin ni tan siquiera dar opción a que los Tres Reyes iniciaran la contienda, esta falta de consideración les lleva a emprender una justificada cruzada en defensa de sus tronos, para lo cual cuentan con bravos soldados a quienes no les importa derrochar valor, incluso sabiendo que la razón no les asiste.
En uno de los puntos cargaron la catapulta con una frase ¿ Y el día después que pasara ? arrojándola contra los invasores de sus queridas parcelas, que aunque sin cultivar son extremadamente apreciadas, la respuesta no tardó en llegar en forma de balón, portado por un emisario, lo depositó en la puerta del asediado Castillo ante la extrañeza de los defensores, ¿ que es esto ¿ le preguntaron, “Esto es un balón, el mismo que el día después estará en el tejado de los Jueces (administración) “ algo que hasta la fecha no sucedía.
Poco a poco los asediados en el castillo, levantado de forma apresurada, de barro y sin cimientos, se dieron cuenta de que el tan temido invasor estaba en los medios de comunicación desde donde eran machacados por un desconocido llamado Camping, al que no fueron capaces de dar oportuna respuesta debido a la enquistada y soberbia creencia de que el verdadero enemigo era otro.
De momento continúan las escaramuzas, aunque se confía en que después de tan aplastantes argumentos se llegue a un entendimiento que ni los más veteranos recuerdan, tampoco se lo creen.
Se acompaña una foto de tan memorable acto.
Enval
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