Es la otra cara del 22@. Centenares de personas sin hogar malviven en descampados y naves industriales abandonadas en el distrito tecnológico que el Ajuntament impulsa desde hace 10 años en el antiguo Poblenou fabril. La mayoría son gitanos, principalmente de origen galaico-portugués, que tienen co mo único hogar varios coches, furgonetas o autocaravanas casi desguazadas acumuladas en los solares. En ellas cocinan, duermen y se asean.
Los distintos proyectos urbanísticos que se impulsan en la zona les obligan a ir desplazándose, pero su situación siempre es la misma.
"Son personas que están muy por debajo de los límites de la dignidad", reconoce el segundo teniente de alcalde del Ajuntament y responsable de Acció Social, Ricard Gomà.
Su concejalía tiene localizados 15 asentamientos en el distrito de Sant Martí, pero podría haber más. "Este año ha habido mucho movimiento urbanístico entre solares y esto se nos escapa desde el punto de vista de Acció Social", explica Gomà.
Aunque aseguran tener luz y agua, las condiciones higiénicas son lamentables. El contraste es brutal porque viven a escasos metros de edificios que acogen asedes de multinacionales o viviendas con todo el confort que se espera de una ciudad como Barcelona.
Es el caso del terreno que hay en las esquinas de la calle Bolivia yÀlaba, junto a la Meridiana, y con privilegiadas vistas a la torre Agbar y al Teatre Nacional de Catalunya. Uno de sus habitantes asegura que allí viven unas 50 familias. "No nos han ayudado", asegura, cuando se le pregunta por si han recibido apoyo de la Administración.
Niños escolarizados
Hasta hace dos años vivían en casas abandonadas que fueron expropiadas para levantar el Museu del Disseny (DHub), ahora en obras. Sus únicos recursos proceden de la chatarra. A mediodía no se ve a ni un niño por la zona. "Van al colegio del barrio", aseguran los adultos.
El Consistorio dice poner "mucho énfasis" en el aspecto educativo, dentro de un programa específico para este colectivo de "población itinerante", creado hace cinco años y "muy consolidado", según Gomà. En 2010 se ha atendido a 372 personas de 92 familias, de las que 102 tienen menos de 16 años.
A los adultos se les ofrece orientación laboral y se les tramitan las rentas mínimas de inserción (600 euros). "Se intenta que en ningún caso haya familias sin ninguna de las dos cosas", explica el concejal. Ahora hay 105 personas siguiendo itinerarios laborales.
La vivienda "es el tema más complicado" y "el paso que falta", añade Gomà, porque "implica un cambio de vida y de cultura" de gente nómada. A una veintena de familias que "han expresado el deseo" de acceder a un piso de inclusión social se les ha otorgado. Siempre, en casos en que "cumplen unas mínimas condiciones", como participar en cursos de orientación laboral.
Es la otra Barcelona, a la sombra de los rascacielos y los avances tecnológicos del 22@.
SANT MARTÍ, UN DISTRITO A LA ZAGA DE CIUTAT VELLA
Si bien Ciutat Vella es el distrito multicultural y con problemas sociales por excelencia, lo cierto es que las cifras de Sant Martí no se alejan demasiado.
Según el anuario estadístico del Ajuntament del 2009, es el segundo distrito en que más personas fueron atendidas por los Centres de Serveis Socials, sólo por detrás del Eixample, y el segundo en que más personas recibieron la Renta Mínima de Inserción, sólo tras Ciutat Vella.
La atención en Sant Martí a las personas sin techo se ha centrado en los niños. En la actualidad, 14 van a parvularios municipales, 19 a institutos y 41 reciben clases de refuerzo. También hay 46 que acuden a esplais y se ha formado un grupo para mujeres.
Fuente: adn.es
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