Las restricciones de tráfico se establecieron entre las once de la mañana y las cinco de la tarde y de manera alternativa entre la bola del Miradero y la Puerta de Bisagra.
La amenaza de lluvias pudo restar ayer afluencia a la ciudad pues el cielo gris que estrenó el puente invitaba más a quedarse en casa. La asistencia de turistas no fue como la de otras veces o al menos no tanto como se esperaba. No obstante, las cámaras de fotos y los planos turísticos de Toledo ocuparon gran parte de las calles del Casco histórico en la jornada del Día de San José o Día del Padre donde por momentos aparecieron tímidos rayos de sol. Festivo en algunas comunidades autónomas como Castilla-La Mancha y también Madrid, el Ayuntamiento de Toledo tenía marcado este puente en su calendario de días donde se apuesta por que tanto visitantes como toledanos caminen o hagan uso del transporte público. Como aseguró el concejal de Seguridad Ciudadana y portavoz del equipo de Gobierno, la jornada transcurrió «con total normalidad».
El aparcamiento del Miradero fue el que tuvo una mayor ocupación. Y es que según el parte trasladado al edil a las 14,30 de la tarde, estas instalaciones estaban al 80 por ciento. En cambio el del Corralillo y el de Recaredo estuvieron a un 50 por ciento. Mientras, el espacio de Safont mostraba una imagen completa aunque hay que recordar que gran parte de su terreno está poblado estos días por una concentración de autocaravanas, en concreto, estos vehículos han dejado 300 plazas libres para el resto. De igual modo, hubo quien optó por estacionar en el Centro de Recepción de Turistas ‘Toletvm’.
Como viene siendo costumbre en los últimos años, muchos de los turistas que en la jornada de ayer se desplazaron a conocer los encantos de Toledo lo hicieron a una hora no muy temprana, en concreto, en el intervalo entre las 13,00 y las 14,00 horas del mediodía. Además, hubo un refuerzo de presencia policial en la zona destinada a los peatones.
Desde hace unos meses y tras la apertura del parking del Miradero, el Consistorio ha establecido un primer corte de tráfico en la bola y cuando se logra una alta asistencia a esta infraestructura, la restricción se desplaza a Bisagra. Así también se hizo ayer cuando se prohibió subir al Casco desde las once de la mañana y hasta las cinco de la tarde. Por tanto, las entradas se produjeron por la subida de Doce Cantos y el Paseo de Recaredo.
En cambio hoy todo dependerá del número de vehículos. La Policía tiene instrucción de que si se da una entrada de visitantes con intensidad «se ponga en marcha este dispositivo, pero si la situación está tranquila se dejará como cualquier día de la semana». Como detalló Rafael Perezagua, en esta ocasión no ha sido necesario establecer un servicio especial de autobuses para desplazar a los turistas dentro de las murallas. «Con las líneas regulares que pasan por la calle Carrera se pudo atender toda la demanda de gente que quería subir al Casco histórico».
Fuente: La Tribuna digital
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