lunes, 2 de agosto de 2010

Viajar con la casa a cuestas - El autocaravanismo, una opción en auge que cada vez cuenta con más infraestructuras. El parque de este tipo de vehículos está creciendo en los últimos años en España un 15%

Visitar diferentes lugares y no tener que preocuparse por encontrar un sitio para dormir, comer o descansar es tan sólo una de las ventajas del autocaravanismo, el auténtico sector emergente en el mundo del camping y el caravaning.
Tan emergente que ya tiene nombre propio y cuenta cada vez con más infraestructuras adecuadas a las necesidades de estos vehículos idóneos para nómadas que no quieren renunciar a las comodidades.
 
El autocaravanismo, que se derivó de la normalización y la estandarización de las furgonetas acondicionadas por sus propietarios para viajar y dormir, surgió en Europa a finales de los años sesenta del pasado siglo, en países pioneros como Reino Unido, Alemania y Francia. Tal como ha ocurrido con el camping en general, España, más allá del aspecto meramente receptivo, también ha ido con retraso en esta cuestión, y no se sumó a la tendencia hasta comienzos de los noventa. En la actualidad es, sin embargo, uno de los estados de la Unión Europea en el que más rápidamente está creciendo el mercado, calculándose que habrá en torno a 30.000 autocaravanas registradas como tales, a las que habría que añadir las incontables obras de arte de los 'macgiver' que surcan las carreteras. Una cifra todavía escasa comparada con el medio millón de autocaravanas registradas en Alemania o las más de 150.000 que tienen tanto franceses como italianos.
 
El autocaravanismo es también cada vez más relevante como fenómeno turístico. En el manual 'La movilidad en autocaravanas. Contexto actual y propuestas de actuación', editado por la DGT en 2008, se recoge que cada año circulan por España 200.000 aurocaravanas extranjeras, que dejan en torno a 300 millones de euros. Ese manual, que elaboró un grupo de trabajo creado al efecto, constata precisamente la necesidad de adecuar el marco legal y las infraestructuras a un sector en plena expansión y, sin embargo, muchas veces ignorado en sus necesidades y problemas específicos.
 
Teniendo en cuenta que cada año se incorporan al parque europeo unas 400.000 autocaravanas, y que en España, en los últimos cinco años y pese a la crisis, el parque ha crecido en torno a un 15% anual, habrá que empezar a tomarse muy en serio el mundo que gira en torno a unos vehículos que el Reglamento General define como «vehículo construido con propósito especial, incluyendo alojamiento vivienda y conteniendo, al menos, el equipo siguiente: asientos y mesa, camas o literas que puedan ser convertidos en asientos, cocina y armarios o similares. Este equipo estará rígidamente fijado al compartimento vivienda: los asientos y la mesa pueden ser diseñados para ser desmontados fácilmente». 
 
Cada vez más cómodas 
 
Desde los tiempos de la mítica Volkswagen de hippies y surfistas, las cosas han cambiado mucho, y en los vehículos se han ido introduciendo numerosas mejoras. Son más potentes, más seguros y están mucho mejor equipados, y el entorno también se está adaptando poco a poco a las necesidades de esta manera de viajar en la que, según datos correspondientes a España, predomina la itinerancia (46%) o el uso mixto (26%) sobre la estancia (28%). La tipología de los vehículos, además, es variadísima, y se adapta a muy distintas necesidades y bolsillos.
 
Las autocaravanas son las más caras -para una nueva hay que empezar a pensar en cifras a partir de los 40-50.000 euros- pero también son las más cómodas y permiten más libertad. El responsable de Caravanas Tolosa, Ramón Tobes, asegura que es mejor inversión que comprarse una casa para las vacaciones porque «con una autocaravana puedes irte a varios sitios. En invierno si tienes una casa en Baqueira solo vas a esquiar ahí, pero con la autocaravana puedes recorrerte muchas más estaciones. Lo mismo pasa en verano, que puedes ir a diferentes lugares».
 
Las campers, que en el caso de las nuevas también pueden andar en torno a los 40.000 euros, son furgonetas equipadas con una cama (y, a menudo, otra en un altillo) y otros elementos básicos. Hace algunos años este tipo de vehículos se equipaban al gusto de los usuarios, pero la tendencia ha cambiado. Ahora hay más modelos de serie en el mercado y la gente ya no invierte tanto dinero en hacer sus furgonetas habitables, porque «cada vez cuesta más homologarlas y te puedes dejar más dinero que si te compras una ya equipada». Una de las ventajas de las campers es que pueden aparcar en parkings y garajes normales porque su altura es menor que la de las autocaravanas. En ambos casos, España destaca por la importancia del mercado de segunda mano: según datos del citado manual, en 2007 el 62% de los compradores optó por un vehículo nuevo, pero el 38% compró uno de segunda mano. 
 
Distintas posibilidades 
 
Tampoco se puede olvidar la caravana de toda la vida que, tratándose de un modelo medio, puede costar unos 17.000 euros. Como las autocaravanas, sirve para comer y dormir en el interior pero, a diferencia de ellas, no permiten tanta libertad de movimiento. Ninguna de las tres opciones es mejor que la otra, pero como dice Tobes, «la elección depende de las características y necesidades de los usuarios. Las familias con niños prefieren las caravanas, mientras que las campers son más utilizadas por parejas jóvenes».
 
En general, los que eligen las caravanas suelen ser parejas jóvenes, entre los 30 y 45 años, con hijos y con un nivel socioeconómico medio o medio-alto. Para ellos lo ideal es aparcar la caravana en un camping del que no se muevan o que sirva de base para desplazarse en coche. El perfil de los usuarios de autocaravanas es de parejas con hijos ya emancipados, cuyas edades oscilan entre los 40 y 60 años y con mayor poder adquisitivo que los usuarios de caravanas. Por otro lado, las campers son más utilizadas por parejas sin hijos, ya que el espacio disponible es mucho más reducido.
 
Para disfrutar de una autocaravana no hace falta comprarse una, basta con alquilarla. El alquiler y la compra, dice el experto, son mercados muy distintos: «Los que alquilan suelen ser los que quieren probar o los que ya tienen varios turismos y no quieren comprarse otro». El precio del alquiler de este tipo de vehículos ronda los 120-200 euros por día, dependiendo del modelo y la temporada. Y, tanto en venta como en alquiler, encabezan la lista las autocaravanas. Como comenta el gerente de Caravanas Tolosa, «lo que más se venden son las autocaravanas porque dan más libertad, y aunque el precio de las caravanas es menor, la gente prefiere gastarse un poco más y tenerlo todo en uno». Las campers se alquilan poco, «las autocaravanas son más amplias y, puestos a dejarse dinero, los que alquilan prefieren estar más cómodos». 
 
Estacionamientos adecuados 
 
Poco a poco, el entorno también se está adaptando a estos vehículos y acondicionando espacios con los servicios adecuados. Desde hace dos años, San Sebastián cuenta con un estacionamiento de autocaravanas en Berio (el Antiguo) con 44 plazas, iluminación, toma de agua y punto ecológico de tratamiento de residuos.
Pero no es el único de Gipuzkoa. Lugares como Errenteria, Legazpi, Hondarribia y Zumaia también disponen de este tipo de estacionamientos. La mayoría tienen los mismos servicios que los de la capital, pero varían sobre todo en el número de plazas y en los precios. Así, por ejemplo, en Errenteria solo hay cinco plazas pero el estacionamiento es totalmente gratuito. La ventaja de estas áreas es que las autocaravanas, caravanas y campers pueden utilizar sus servicios y que, además, tienen la opción de poder dejar estacionado el vehículo, evitando hacerlo en lugares poco apropiados para ellos, pero también para todos los demás.
 

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