Finalmente la IP de mi router ha sido baneada en el foro que controla esa señora que circula por los foros con el nick de “anjeles” o “angeles” y que tiene un mosqueo SS, sensible y selectivo.
A las primeras de cambio dejó bien claro que no era bien recibido en su foro, siguió con su mala leche incontrolada habitual trufándola de insultos y descalificaciones y provocando varios incidentes seguidos.
Primero, en respuesta a varios improperios le digo que tiene una tortilla mental como variante de la clásica empanada mental. La respuesta inmediata es la de acusarme de agresión sexual y amenazarme con llevarme ante un juez apelando a la violencia de género como pasarela para mandarme a la cárcel, muy heavy.
Todavía estoy intentando entender qué tiene que ver la tortilla como agresión sexual a una señora que se permite decir en un foro que está segura que soy un hombre apocado dominado por una mujer.
El segundo incidente se provoca cuando esta señora, en una clara transgresión de las normas de protección de datos, pone mi nombre y mis apellidos en letras enormes y en rojo instándome a márchame de su foro a lo que le contesto en un tono más mesurado poniendo su nombre y “comoquiera que se apelliden sus padres” (que lo desconozco), en el bien entendido que los hijos en este país heredan los apellidos de los padres, como es lógico.
Esta circunstancia se retuerce y me acusan de ¡haberla insultado gravemente!, llamándola “hija de puta”, ya son ganas. No se de dónde habrá podido sacar esa acusación, evidentemente es una falsedad.
Si hubiera querido insultarle hubiera aludido a la profesión de su madre que desconozco y ni viene al caso o si hubiera querido llamarla bastarda habría dicho que ignoraba el apellido del padre, pero lo único que pretendo es que junto a su nombre de pila pusiera ella misma los apellidos de sus padres, cualesquiera que sean, en el bien entendido de que los conoce.
El tercer incidente se provoca al comprobar que mi yerno Pablo, autocaravanista, utiliza mi router para conectarse al foro. Este acto sirve como coartada para bearme a mí y a toda mi familia lo cual convierte su guerra particular en una auténtica vendetta digna de un grupo de mafiosos.
Esta acción les garantiza, a los dos o tres usuarios que aún conservan, la posibilidad de explayarse con toda clase de improperios sin tener que soportar la molestia de que alguien les conteste en el mismo medio. Algo a los que los miembros más significados están ya habituados en el foro de acenlibertad. Esto es digno también de un espíritu totalitario.
Por lo menos estas cuestiones que carecen de importancia, son reveladores de una actitud de su jefe de filas conocida como el síndrome del escorpión derivado de la fábula de la rana y el escorpión. Una y otra vez el personaje conocido como coyote en los medios autocaravanistas se introduce en un ámbito que acaba hundiéndolo arrastrando con él a todo su entorno.
Primero fue la PACA donde ha dejado muy pocos amigos (todo lo contrario) y luego ha sido el fiasco de la CIAC hundiendo un proyecto de otros y hundiéndose con él un poco más.
En poco tiempo el mundo del autocaravanismo ha conocido a fondo al coyote, se ha quedado solo. Nunca ha sido capaz de tener un proyecto solo ha pretendido apropiarse del de los demás, en la PACA y en la CIAC con una amplia experiencia como “freelance” en acenlibertad.
No se le conocen aportaciones al colectivo más que guerras y problemas, creándose enemigos con el único efecto de ensalzarlos, lo único positivo es que a medida de que se le conoce mejor tendrá menos posibilidades de hacer más daño.
Arsenio